Sus grandes dimensiones llaman la atención de los usuarios siempre que su diseño sea atractivo.
Se trata de uno de los medios publicitarios más conocidos y valorados por el público.
Puede tener un gran alcance en función de su ubicación, pues la gente se mueve y son muchas las personas que pueden pasar junto al cartel y, por lo tanto, visualizarlo.
Es un gran medio para la publicidad local, pues permite focalizar las acciones en zonas en concreto. Pero para que un poster logre impactar no basta con crearlo sin planificación, sino que son necesarias tres claves: un buen diseño, buena calidad de impresión y una ubicación correcta.
Centrar el cartel en el beneficio que aporta el producto o servicio que anunciamos. Es necesario dar con esa ventaja y explotarla de forma visual y atractiva.
Utilizarán los colores asociados a la marca, una forma de que se quede grabado el mensaje.
También se mostrará un mensaje breve, en lenguaje sencillo y directo y que sea fácil de recordar.
Se incluirá el logotipo de la empresa para que así se asocie el anuncio a la marca.
El diseño será agradable, utilizando una combinación de colores y tipografías coherentes, además de imágenes de buena calidad.
No se sobrecargará el cartel con demasiados elementos que confundan al lector.
Se incluirán los datos de contacto de la empresa.
El auge de las nuevas tecnologías propicia los códigos QR en los carteles para que los usuarios encuentren más información. Utilizarlos en un cartel puede ser sinónimo de visitas hacia su sitio web.